El bruxismo es un movimiento muscular de la zona de la mandíbula, en concreto de los músculos masticatorios, que se produce de manera involuntaria. Puede darse de día, pero es común que se produzca mientras dormimos. Es lo que habitualmente se conoce como rechinar los dientes, aunque también conlleva a apretar la mandíbula más de la cuenta. Sin embargo, se puede usar el bótox para evitar bruxismo, ya que esta sustancia induce a la relajación muscular en las zonas en las que se aplica.
USO Y DURaciÓN
Se aplica mediante pequeñas inyecciones en los músculos encargados de mover la mandíbula. Esto consigue disminuir los movimientos involuntarios sin afectar a la capacidad de masticación. Así, el músculo no se ve sometido a la presión constante y consigue aliviar las molestias derivadas. Al tratarse de un procedimiento ambulatorio y poco invasivo, el paciente puede continuar con su vida normal tras la sesión.
Sus efectos empezarán a notarse tras 4 – 5 días después de la aplicación, y tienen una duración entre los 6 y 9 meses. Tras ese periodo, es conveniente volver a ponerse en manos de un profesional para que evalúe de nuevo el caso y para que considere la necesidad de una nueva sesión.
Duración de la sesión o sesiones:
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Efectos secundarios:
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Recomendaciones pre-tratamiento:
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Recomendaciones post-TRATAMIENTO:
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